En más de una manualidad hará falta plastificar cosas. Para eso o se tiene una plastificadora en casa (que no es lo más normal), se lleva a una papelería para que te lo hagan, o lo haces manualmente que es bastante más barato.
Para hacerlo bien, sin que te queden arrugas, hay un truco que os voy a explicar a continuación.
Pon lo que quieras plastificar sobre el forro y marca un recuadro mayor para que puedas trabajar bien.
No separes todo el forro y pon el papel sobre lo no adhesivo.
Ahora vete cerrando de nuevo el forro poco a poco ayudándote de las dos manos. Si antes no tenía arrugas, ahora tampoco debería tenerlas.
Ya lo tienes plastificado por una cara. Si lo quieres por los dos lados, recorta los sobrantes y haz la misma operación por el revés.
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